El ajedrez es un juego de estrategia. Consiste en mantener un orden a lo largo de la partida, intentando controlar de la mejor manera posible todo el tablero. Uno no puede mover la reina, sin prestarle atención a la posición en la que queda expuesta uno de los caballos. Si se consigue constancia en ese orden, se hace mucho más fácil atacar el rey del contrincante, y mucho más fácil se hace si en esos ataques, por más efímeros que sean, el rival no esté preparado para contrarrestarlos.
¿A qué viene esto? Forbo entendió a la perfección cómo debía lastimarlo a Chasquibun, equipo que sabe muy bien manejar la pelota. Intenta los 90 minutos tener el control del balón, desesperar al rival, y generar tantas situaciones de gol como le permiten los 90 minutos que dura un partido de fútbol. Entonces Forbo salió a enfrentarlo con esa mentalidad, primero anulando a los delanteros, después no dejando pensar a los mediocampistas, y por último, presionando a los defensores. Todo esto con movimientos coordinados en bloque, que permitieron que el equipo no se desarme ni quede expuesto, similar al partido de ajedrez. Chasqui empezó a perder la paciencia, hasta que de a poquito fue Forbo el que manejaba la pelota. Así fue como a los 20 minutos, Villa ejecuta un lateral rápido para Andueza, que centra la pelota de zurda, y Juan Pablo Sprinsky pone de cabeza el 1 a 0. El gol se gritó, es verdad, pero no significaba nada. Faltaba muchísimo, pero Forbo nunca perdió el dominio del encuentro. Pocos minutos después, nueva combinación entre Andueza y Villa, éste último encara para el medio, y la poner en cortada para la entrada de Martinovich como número 9, y define solo abajo y cruzado. 2-0, y Forbo cada vez dominaba más el encuentro. Chasquibun intentó reflotar a puro amor propio, y viendo que no podía ingresar al área, empezó a probar a puro centros y tiros de media distancia. Nada funcionaba para el hasta entonces puntero de la D. Y para colmo, antes de que termine la primer mitad, Palchevich ejecuta un tiro libre, el arquero da rebote, Juan Martín Sprinsky la mete en el medio para su primo, que no tuvo más que empujarla para dejar el partido 3 a 0. Los últimos minutos del primer tiempo fueron un monólogo, hasta el punto que Chasqui no pensaba en otra cosa que el descanso.
En el entretiempo se habló de que el partido no estaba liquidado, ni mucho menos. Y así salió Forbo a la cancha, con esa mentalidad. Logicamente, el rival salió con todo, intentando quemar los últimos cartuchos. Pero se encontró una y otra vez con la solidísima defensa mantelera, agigantada por la figura de Aguer que transmitía seguridad pelota tras pelota que le llegaba. Pasados los 10 minutos de la segunda parte, se terminaron los intentos de Chasquibum, y en Forbo ingresaba Aliaga para intentar liquidar definitivamente el partido. El cuarto gol no llegaba, pero era impresionante el dominio que había de un equipo sobre el otro. Mariné entró para darle aires renovados a la defensa, y Calvo hizo lo propio para que la pelota no salga de los pies de Forbo. Ambos cumplieron, y el cuarto estaba al caer. Una jugada dividida en el área de Chasquibun, la pelota queda flotando en el área, y Villa de cabeza (!) pone el 4-0 definitivo.
No hubo tiempo para más. Forbo bajó al puntero y queda al tiro del segundo puesto. Victoria tan sólida como importante, para demostrar que Forbo no es menos que nadie en esta categoría. Faltan 6 partidos, y todos sabemos que en Forbo no hay partidos faciles, así que unicamente se tiene que pensar en el próximo compromiso, contra Vrazzyl.
Formación: Aguer; Jordán, Balestrieri, J. M. Sprinsky, Andueza (Mariné) ; Martinovich (Calvo), C. Simón, Palchevich, Villa; A. Iturregui (Aliaga), J. P. Sprinsky.
ORO
ALEJANDRO VILLA (9): Volvió a ser el creador que tanto necesita Forbo. Participó en 3 de los 4 goles, y encima mojó de cabeza. Volvió locos a los rivales por izquiera, y tuvo un gran sacrificio con la marca.
PLATA
JUAN PABLO SPRINSKY (8): El artífice material de esta victoria. Con dos goles (uno con ayuda de un defensor), y diversas combinaciones con el resto del equipo, se sube al podio en esta gran victoria. Lleva 6 goles en el torneo.
BRONCE
JUAN MARTÍN SPRINSKY (8): Jugó de 6 nomas. Si uno lo veía de afuera, coincidía en que jugó de central toda su vida. Impasable por arriba, impasable por abajo, una muralla en la defensa. Ayudó con el juego, y participó en el tercer gol.
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